Siglo XX, especialmente con la aparición del tractor,
las exigentes tareas de sembrar, cosechar y trillar pueden realizarse
de forma rápida y a una escala antes inimaginable. Según la Academia Internacional de Ingeniería de EE.UU, la mecanización agraria es uno de los 20 mayores logros de la ingeniería
del siglo XX. A principios del siglo XX, en EE.UU. se necesitaba un
granjero para alimentar de 2 a 5 personas, mientras que hoy, gracias a
la tecnología, los agroquímicos y las variedades actuales, un granjero
puede alimentar a 130 personas. El costo de esta productividad es un gran consumo energético, generalmente de combustibles fósiles.
La difusión de la radio y la televisión (medios de comunicación),
así como de la informática, son de gran ayuda, al facilitar informes
meteorológicos, estudios de mercado, etc.
Además de comida para humanos y sus animales, se produce cada vez con más amplia utilidad tales como flores, plantas ornamentales, madera, fertilizantes, pieles, cuero, productos químicos, fibras, combustible , productos biofarmacéuticos, y drogas tanto legales como ilegales . También existen plantas creadas por ingeniería genética que producen sustancias especializadas
La manipulación genética, la mejor gestión de los nutrientes del suelo y la mejora en el control de las semillas han aumentado enormemente las cosechas por unidad de superficie, a
cambio estas semillas se han vuelto más sensibles a plagas y
enfermedades, lo que conlleva una necesidad de estos últimos mayor por
parte del agricultor; Prueba de ello es el resurgimiento de antiguas
variedades, muy resistentes a las enfermedades y plagas, por su
rusticidad. Al mismo tiempo, la mecanización ha reducido la exigencia
de mano de obra. Las cosechas
son generalmente menores en los países más pobres, al carecer del
capital, la tecnología y los conocimientos científicos necesarios.
La agricultura moderna depende enormemente de la tecnología y las ciencias físicas y biológicas. La irigación,
el drenaje, la conservación y la sanidad, que son vitales para una
agricultura exitosa, exigen el conocimiento especializado de ingenieros
agrónomos. La química agrícola, en cambio, trata con la aplicación de fertilizantes, insecticidad y fungicidas, la reparación de suelos, el análisis de productos agrícolas, etc.
Las variedades de semillas
han sido mejoradas hasta el punto de poder germinar más rápido y
adaptarse a estaciones más breves en distintos climas. Las semillas
actuales pueden resistir a pesticidas capaces de exterminar a todas las plantas verdes. Los cultivos hidropónicos,
un método para cultivar sin tierra, utilizando soluciones de nutrientes
químicos, pueden ayudar a cubrir la creciente necesidad de producción a
medida que la población mundial aumenta.
Otras técnicas modernas que han contribuido al desarrollo de la
agricultura son las de empaquetado, procesamiento y mercadeo. Así, el
procesamiento de los alimentos, como el congelado rápido y la
deshidratación han abierto nuevos horizontes a la comercialización de
los productos y aumentado los posibles mercados.
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